PARA QUE APRENDER SEA TODA UNA EXPERIENCIA
Después de 2 años viajando de cole en cole con mi iPad a cuestas para dar sesiones de formación sobre su uso educativo, es el momento ideal para compartir con las familias y profesores mis impresiones sobre el potencial de la tecnología para el aprendizaje. Eso sí, si la utilizamos bien.
En mi día a día estoy continuamente experimentando y contrastando el valor pedagógico de todo tipo de apps, con el objetivo de que tanto los profesores como las familias, las utilicen desde un enfoque educativo, que enriquezca las experiencias de aprendizaje y habilidades de alumnos e hijos.
La idea es que la tecnología sea un canal más de conexión entre los adultos y los más pequeños, una oportunidad más de compartir, aprender unos de otros y divertirnos juntos.
En esta labor, siento debilidad por aquellas propuestas en las que los niños y niñas hacen sus propias creaciones, dando rienda suelta a su imaginación y aprendiendo de una forma activa, autónoma y empoderadora.
Por eso, en mis recomendaciones me centraré en los beneficios pedagógicos que podemos encontrar en este universo de apps que no hace más que crecer, a partir de mi experiencia en los colegios con los que colaboro y, por supuesto, inspirada por el día a día familiar, formado por 4 nativos digitales de 8, 11, 13 y 14 años.
